“Cuatro Pies”

Alejada de la realidad calmada,
Ajena al silencio sosegado, me irrumpía el ritmo sereno
En que uno tras otros surgían mis pensamientos…
Y divagaba entre nubes blancas de algodón…

Dibujaba cada paso descalza que aplastaba…
Cuatro pies, reduciendo el verde a un verde más vivo
Que dejaba expandir su aroma por todas partes…
Me envolvía, y mis pies pintados de hierba a verde olían…

Ese olor húmedo a tierra y hierba mojada…
Imágenes vagas, confusas, difuminadas…
Entre flases de retratos que invadían mi mente
Vi cuatro pies y sentí de pronto que trazaba un suspiro…

Un suspiro que oí, aun en la excluida realidad calmada,
Y mis comisuras esbozaban una efímera sonrisa placentera
El ocaso, la penumbra del anochecer, la brisa…
El calor que radiaba de una hoguera… y cuatro pies descalzos

En mi mente, ese calor dentro me quemaba…
Bese la cara que tanto amaba… entre colores se definía
Parecía real lo que sentía… me embriagaba…
Y entre sabanas de hierba, sus manos constreñían…

Mientras la curva quieta de mi figura sudada
Se sentía agasajada… sus manos me abrigaban, embriagaban…
Revolviéndome en la hierba, retozando… allí al aire libre…
En seguida el despertar me abordó con más caricias…

Belen Montero del Rio